
Esta frase ya la había utilizado alguna vez en este mismo blog. Sus raices se han quedado en buena y fresca tierra.
Y en realidad es completamente verídica.
Hace ya algún tiempo, en mis comienzos en el taller de literatura, se decidió, por parte de los locos alumnos, tanto como de las maestras, realizar una excursión a la Gran Plaza, a la cual llegamos apredados en los coches de dichas maestras. Nuestra misión era sencilla: Observar con detenimiento a algun personaje que pasara cerca de nosotros, describirle explícitamente en una hoja de papel, sus caracterísiticas, rasgos, acciónes y su manera de ser hacia los demás. Todo esto para luego tener que escribir sobre él/ella una historia o relato. Una aventura que trajo a todos grandes ideas, las cuales compartimos en las siguientes sesiones. (Aunque a mí no me fue muy bien que digamos con el personaje que rompía tu boletito para dejarte entrar al cine. Por cierto, se llamaba Mario en mi historia...)
Hace ya algún tiempo, en mis comienzos en el taller de literatura, se decidió, por parte de los locos alumnos, tanto como de las maestras, realizar una excursión a la Gran Plaza, a la cual llegamos apredados en los coches de dichas maestras. Nuestra misión era sencilla: Observar con detenimiento a algun personaje que pasara cerca de nosotros, describirle explícitamente en una hoja de papel, sus caracterísiticas, rasgos, acciónes y su manera de ser hacia los demás. Todo esto para luego tener que escribir sobre él/ella una historia o relato. Una aventura que trajo a todos grandes ideas, las cuales compartimos en las siguientes sesiones. (Aunque a mí no me fue muy bien que digamos con el personaje que rompía tu boletito para dejarte entrar al cine. Por cierto, se llamaba Mario en mi historia...)
Todo este cuento viene al caso porque al recordarlo redescubrí que mi frase era verdad. Pocas, y digo Muy pocas veces conocemos a una persona en su totalidad.
Todos tenemos diferentes pensamientos, etapas, vicios, osciosidades, maneras, trucos, pasiónes, gestos, gustos y colores.
Cuando miramos la imagen de un rostro, nos encontramos a algún desconocido en un café, vemos llorar a un niño o qusiéramos adentrarnos en los lentes oscuros de quien acaba de captar nuestra máxima atención, estamos intentando cruzar las barreras de la hipocresía, el pudor y la mentira. Naturales ya en nuestra convivencia diaria.
Si todos los humanos fueramos honestos por lo menos con nosotros mismos...
Secretos, barreras, obstáculos y miradas.
"Hay gente que prefiere siempre fingir, al fin de al cabo no es mentir".
y, tras de tu mirada...¿Que se esconde?
Mejor ni me lo digas.
Aunque me queje, la duda es la cereza del pastel del descubrimiento.
(Sigue la euforia de mis entradas no entendibles. Lo siento, tomaré clases de transmisión verbal)
dav.*


1 comentario:
barrer, barrer, recoger, juntar y tirar...
pfffffffffff.. creo qe a mi tampoco me fue muy bien :(
pero siempre recordare el david levanto su ceja... hahahaha
qe se esconde detras de mi mirada?...
Una loca mente, una historia qe conocs, una personalidad qe aun toy formando... y.. y lo demas dejare qe tu lo descubras :)
ya kasi te veo!
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