20 de diciembre de 2009

Frente al Mar

Si dejara que me vivieras, Mar Adentro
Podrías apresar mi canto en un caracol sinuoso,
Hacerme parte de tu fiel Caribe,
Hincharme toda como esponja de licor salado.

Rosario Malva.

Dije al teléfono “Ya no será necesario”. El marino Figueroa escuchó, se rascó la barba y la orden fue respetada. El día en que Rosario Malva murió, el agua estaba en calma cual llanura y ningún barco navegó a rescatarla.

Huía de su madre sellando a pasitos la arena mojada. El traje de baño sólo le cubría las piernas y sus brazos se agitaban queriendo arañar el aire. Riendo a carcajadas se hacia perseguir por la playa, era atrapada en un abrazo, devuelta al pudor y convertida en arrullo, una canción de cuna que ella misma había creado. Desde aquellos tiempos fue poetiza y mi amante incansable.

Cuando volvió al hotel pidió de inmediato la habitación más alta. Donde hubo una lámpara colgante ahora se abría un tragaluz, el gran balcón albergaba una piscina volada y las cortinas ya no eran de organza blanca. El lugar, aún con diversas remodelaciones minimalistas era el de siempre: las alfombras esponjosas, toallas oliendo a lavandería y la sombra del faro que se erguía vigilante, chaperón de los primeros besos.

Sentada frente a mí, en un encuentro cara a cara, surcó la arena con los dedos de sus pies. Quiso verme entero, aún más ancho. Subió corriendo el intestino del faro, cada escalón se pintaba de un sol distinto. Había abandonado las dudas en casa, el equipaje en el cuarto y los papeles en el suelo.

Me contó el plan con entusiasmo, las manías que la hicieron volver y unas cuantas líneas de su nuevo libro. Hacía versos que no me refería. Descansaba en su maleta el vestido negro, traía puestas las gafas oscuras. Le respondí con una oleada de sonrisas, venían una tras otra, se me resbalaban por el cuerpo. Me estremeció escuchar que había regresado para hacerme el amor. Que sería un momento y luego no volvería nunca. Ya había contratado un barco para despertarla.

No encontró a mucha gente esta temporada, ni a lo largo de su corta vida. Escribir, me dijo una vez Ernesto, es una vida solitaria. Hoy que somos uno nos acordamos bien de su figura en la tumbona, disfrutando el mediodía, tomando la última cerveza antes del acto. Las pocas sombrillas de la costa prestaron atención a su lento aproximar. Descalza llegó a la orilla, la cola del vestido apresó algunas conchas que me tragué mientras se adentraba.

La gente se pregunta por qué. Y es tan fácil responder como callarse. Muchas naves que no retornaron, hombres locos de amor por mis cantos, caminantes sin oficio y sin remedio más que el entregarse. Sumergida en un poema, después de algunas leguas de viaje, hallaron el vestido flotando, como alga marina perdida entre mi universo.

Mi aliado Figueroa calló por siempre pues no le convenía dejarme mal. Rosario, una más de mis amores, Alfonsina. Hoy en tierra firme publican su libro, habiendo encontrado los papeles en el suelo. Viejos, nereidas, corazones sin rumbo, artistas sinceros, tesoros piratas y atardeceres color mango; todos terminan en mi vientre traicionero.

3 comentarios:

gonzo dijo...

carnal, haz paro y echame una leida no¿?
http://extravia.net/2010/04/10/un-rio/

perdi contra ti en el de el tec y la neta me aguite haha pero bueno, la cultura es libre y q te sirva de incentivo para seguir con tu arte, que te lean un chingo de personas y que te aprecien,chido, paz

Anónimo dijo...

Mi estimado escritor, no se si has "tallereado" el escrito, pero ¿es necesario que se enmarque tanto la "a" en los primeros párrafos y en todo el escrito? Si es necesario, pues "ok". Igual podrías revisar algunas cosillas con los verbos...
Podrías también quitar ciertas cosas tales como: "en un encuentro cara a cara" (si esta frente a ti es obvio que "cara a cara" o a menso que encuentro lo tomes como "pelea o riña", entonces sería mejor mencionarlo directo), "que sería un momento y y luego no volvería nunca" (no parece aportar nada), y algunas cosillas más.
Si tuviera que elegir por gusto un párrafo, te diré que el tercero me agradó bastante, no se si es porque rompe con el modo de narrar al principio, pero me agradó. Habría cosas que tendrías que checar, pero sí, parece interesante.

Esta es una humilde opinion, mil disculpas, si no sirve para nada.
ppd. Si encuentras errores ortográficos, lo lamento.

David Ele Araujo dijo...

Gracias, Anónimo por tu opinión :) Es de gran ayuda, ya creía olvidado este blog y no recordaba este cuento, pero prometo renovar todo!